REFLEXIONEMOS: Presidencia, gobierno y pueblo

Por: German Edgardo Leitzelar Hernández*

En nuestro país padecemos de una fiebre de presidentitis que ya parece ser un mal endémico. Así pues, aparecen por arte de magia muchísimas personas que son todólogos, expertologos y absolutistas. Aunque podemos pensar que muchos tengan buenas intenciones y capacidades, después de tantos ensayos, mínimo cabe preguntarse si para ser presidente basta con ser conocido, buena gente y estar del lado de buenas intenciones.

Dicho lo anterior, pensemos cuáles podrían ser los requisitos y características que requiere alguien para ser un buen presidente en un país como el nuestro, en todo caso, entre algunos requisitos y características que podrían ser fundamentales se me ocurre señalar entre otras las siguientes: Integridad y ética, visión y liderazgo, conocimiento y comprensión del contexto nacional e internacional, capacidad para tomar decisiones difíciles, compromiso con el desarrollo sostenible, capacidad para trabajar con diversos grupos, resiliencia y capacidad de adaptación, empatía y capacidad de escucha, competencia técnica y habilidades de gestión.

Necesitamos honestidad y ética en toda acción, esta integridad es fundamental para ganarse la confianza del pueblo y para poder construir una administración transparente y justa, también debe tener una visión clara del desarrollo y el progreso del país, así como la capacidad de inspirar y guiar a otros hacia esa visión, debe ser un líder fuerte que una a la nación, que comprenda los problemas y desafíos específicos que enfrenta el país, así como su lugar en el contexto global.

En un país como el nuestro, las situaciones difíciles que requieren decisiones valientes y a menudo impopulares están a la orden del día y se debe estar dispuesto a tomarlas para el beneficio del país a largo plazo, el desarrollo sostenible que equilibre el crecimiento económico con la protección del medio ambiente y el bienestar social. Un líder debe ser capaz de construir coaliciones y trabajar con diversos grupos dentro del país, incluidos políticos, líderes comunitarios, empresarios, sindicatos y organizaciones de la sociedad civil, y estos también deben ser capaces de acompañarlo. La capacidad de enfrentar la adversidad y los obstáculos con determinación y resiliencia pues los desafíos son enormes y el presidente debe estar preparado para superarlos con fortaleza y adaptabilidad rodeándose de las mejores mujeres u hombres para gobernar de forma positiva para todos.

Empatía por las necesidades y preocupaciones del pueblo y capacidad de escuchar activamente sus opiniones y demandas. Esto ayuda a construir una administración sensible y receptiva a las necesidades reales de la población. Las habilidades de liderazgo y competencias técnicas en áreas clave como economía, política pública, gestión gubernamental y relaciones internacionales, deben acompañarlo sea porque tiene conocimientos directos o porque tiene especialistas que le acompañan en la toma de decisiones informadas y efectivas.

Compromiso con la democracia y el Estado de Derecho, derechos humanos, para que se respete toda institución democrática promoviendo participación ciudadana y garantizando igualdad ante la ley para todos los ciudadanos.

En contraparte tenemos que: Corrupción, autoritarismo, falta de transparencia, incompetencia, falta de empatía, despotismo, nepotismo, división y polarización, falta de liderazgo, inestabilidad emocional, falta de compromiso con la democracia, son a todas luces las características que fuera de las honrosas excepciones, nos han impuesto silenciosamente por medio de la demagogia y la mala oferta electoral que como ciudadanos hemos aceptado, a pesar de tener derecho a pedir más que lo que se nos ofrece.

No necesitamos un líder autoritario que limite las libertades civiles y políticas de los ciudadanos, no debemos tener irrespeto a las libertades individuales, no deben operar en secreto ni ocultarnos información relevante, transparencia en la toma de decisiones y la gestión gubernamental es esencial para la confianza en el gobierno. Las habilidades necesarias para ejercer el cargo ya que la incompetencia puede llevar a decisiones erróneas y a una mala gestión de los asuntos públicos, no se debe fomentar más la división y la polarización en la sociedad, se debe buscar la unidad y trabajar para superar las diferencias en lugar de explotarlas con fines políticos, se necesita un liderazgo que una y lleve esa unidad al desarrollo sostenible que requerimos como nación.

Necesitamos que, como pueblo en su rol de ser ciudadanía comprometida, estemos conscientes de nuestros derechos y de las responsabilidades cívicas que nos permitan exigir esos derechos. Empoderarnos e involucrarnos activamente en el proceso democrático. Exigir políticas que promuevan el bienestar común y la justicia social. Exigir transparencia, rendición de cuentas y participación efectiva del gobierno en la solución de problemas.

Debemos alzar nuestra voz pacíficamente por servicios básicos, equidad y respeto a los derechos humanos. Pueblos conscientes de su compromiso nutren la democracia, fortalecen instituciones y promueven gobiernos sensibles y receptivos a las necesidades reales de la población, facilitando así el desarrollo y la prosperidad del país.

“UNIDAD Y TRABAJO COMUN PARA CRECER”

*Abogado laboralista independiente

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